domingo, 17 de mayo de 2009

Himno Nacional Argentino

Marcha patriótica (1813)

Oíd, mortales, el grito sagrado:
Libertad, Libertad, Libertad.
Oíd el ruido de rotas cadenas,
ved en trono a la noble igualdad.
Se levanta a la faz de la Tierra
una nueva y gloriosa Nación,
coronada su sien de laureles,
y a sus plantas rendido un león.

Estribillo

Sean eternos los laureles,
que supimos conseguir.
Coronados de gloria vivamos...
¡o juremos con gloria morir!

De los nuevos campeones los rostros
Marte mismo parece animar
la grandeza se anida en sus pechos:
a su marcha todo hacen temblar.
Se conmueven del Inca las tumbas,
y en sus huesos revive el ardor,
lo que va renovando a sus hijos
de la Patria el antiguo esplendor.

Pero sierras y muros se sienten
retumbar con horrible fragor:
todo el país se conturba por gritos
de venganza, de guerra y furor.
En los fieros tiranos la envidia
escupió su pestífera hiel;
su estandarte sangriento levantan
provocando a la lid más cruel.

¿No los véis sobre México y Quito
arrojarse con saña tenaz
y cuál lloran, bañados en sangre,
Potosí, Cochabamba y La Paz?
¿No los véis sobre el triste Caracas
luto, llantos y muerte esparcir?
¿No los véis devorando cual fieras
todo pueblo que logran rendir?

A vosotros se atreve, argentinos,
el orgullo del vil invasor;
vuestros campos ya pisa contando
tantas glorias hollar vencedor.
Mas los bravos, que unidos juraron
su feliz libertad sostener,
a estos tigres sedientos de sangre
fuertes pechos sabrán oponer.

El valiente argentino a las armas
corre ardiendo con brío y valor,
el clarín de la guerra, cual trueno,
en los campos del Sud resonó.
Buenos Ayres se pone a la frente
de los pueblos de la ínclita unión,
y con brazos robustos desgarran
al ibérico altivo León.

San José, San Lorenzo, Suipacha,
ambas Piedras, Salta y Tucumán,
La Colonia y las mismas murallas
del tirano en la Banda Oriental.
Son letreros eternos que dicen:
aquí el brazo argentino triunfó,
aquí el fiero opresor de la Patria
su cerviz orgullosa dobló.

La victoria al guerrero argentino
con sus alas brillantes cubrió,
y azorado a su vista el tirano
con infamia a la fuga se dio.
Sus banderas, sus armas se rinden
por trofeos a la libertad,
y sobre alas de gloria alza el pueblo
trono digno a su gran majestad.

Desde un polo hasta el otro resuena
de la fama el sonoro clarín,
y de América el nombre enseñado
les repite: "¡Mortales, oíd!:
ya su trono dignísimo abrieron
las Provincias Unidas del Sud".
Y los libres del mundo responden:
"Al gran pueblo argentino, ¡salud!

Sean eternos los laureles
que supimos conseguir.
Coronados de gloria vivamos...
¡o juremos con gloria morir!


(En cursiva aparecen las estrofas quitadas en la versión moderna)

4 comentarios:

  1. waaaa

    pasaban una semana cantando el himno antes xD

    jajaja, buen post... la verdad ni sabia ke antes era asi xD

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  2. Novedad en apuntad alto
    Especialidades en la rama caminante
    Podemos notar que el concepto de Vocación es un puente entre la Pedagogía Formal y la Teología. Las dos se llevan bien porque suponen que a cada persona corresponde una profesión, identificando al sujeto con una especie de designio (biológico o divino) cuya tarea es “descubrirlo”. Se hace necesario distinguir lo que es la “Identidad Ocupacional” de la “Identidad vocacional” ya que un sujeto -mas en nuestra época- a lo largo de su vida deberá asumir distintas identidades ocupacionales en función de distintos trabajos que irá realizando (movilidad laboral posmoderna); por lo que desde mi punto de vista sería un error seguir hablando de Identidad Vocacional ya que esta idea se sustenta en la de un destino y camino determinado para cada persona que de no descubrirse obturaría la posibilidad dee ser feliz…
    http://apuntadalto.blogspot.com/

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  3. Dios se desnuda en la lluvia
    como una caricia
    innumerable.
    Cantan los pájaros entre la lluvia.
    Las plantas bailan de alegría mojada.

    La tierra
    como una hembra
    se disuelve en los dedos penetrantes
    con una palidez de mil ojos desmayados.

    Camino bajo la lluvia, todo mojado, cantando,
    hacia mirajes que huyen en un rumoroso sueño.

    ¡Lluvia, lluvia!
    Desnudez del dios
    primaveral,
    que baja danzando, danzando,
    a fecundar la amada
    toda abierta de espera, quebrada ya de ardor
    amarillo y largo.

    J. Ortiz

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  4. Siempre aportando tan lindos poemas, alegra saber que hay personas que conservan el gusto por las cosas sencillas de la vida. Ver caer la lluvia, escuchar las gotas golpear en los techos, observar como se retuerce cada hoja de los árboles al sentir el peso del agua sobre sí...un espectáculo que no todos saben contemplar.
    Gracias Bhúo!

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