jueves, 23 de abril de 2009

San Jorge, Patrono de los Scouts

San Jorge, el Sto. patrón de los Scouts de todo el mundo nació en Lydda, Grecia, 300 años a.c. Fue soldado en las filas del Emperador Romano, Diocleciano y llego a ocupar un alto puesto militar. En el transcurso de su carrera, viajo por todo el Imperio Romano incluso Gran Bretaña.

Mientras estuvo en Gran Bretaña, en York, San Jorge hizo amistad con un joven que mas tarde fue el Emperador Romano Contastino.

Como practicante de la fe cristiana, San Jorge inspiro a mucha gente a pesar de la impopularidad del cristianismo en aquellos tiempos. Cuando el emperador intensifico la persecución de los cristianos, San Jorge regresó a Roma, se entrevisto con el y le hizo profesión de su fe deliberadamente, renunciando a su puesto en el ejercito romano. Inmediatamente fue arrestado y después de ser torturado murió en Nicomedia el 23 de Abril del año 303 d.c

Cuando el amigo de San Jorge el emperador constantino, fue el primer soberano cristiano de Roma, le erigió un memorial en Lydda y decreto que su amigo debería ser conocido como "San Jorge", el campeón de la fe cristiana.

Otras leyendas acerca de San Jorge se han hecho populares siendo la mas conocida la de su lucha contra el dragón. Según la tradición, un dragón estaba desolado, una comarca alrededor de Silena, una ciudad pagana, envenenando el aire con su aliento. El rey del país ofreció un cordero cada día al dragón si les dejaba en paz y por algún tiempo todo marcho bien. Pero pronto se acabaron los corderos y el dragón comenzó a emponzoñar el aire de nuevo.

El pueblo ofreció enviarle cada día a uno de sus hijos si quería dejarles y planearon sortear grupos de ellos para ver a quien correspondía ir. Cuando se sorteo el primer lote, la hija del fue seleccionada para el sacrificio. Esta fue llevada hasta la cueva del dragón y abandonada para que fuera devorada. Cuando ella esperaba verlo, oyó que se aproximaba un caballo y montado en el apareció un caballero cubierto con su armadura, llevando una cruz roja en su escudo.

Pues adivinen quien era....

Era San Jorge quien al ver aproximarse al dragón hizo la señal de la cruz y lo ataco, hiriendole en la cabeza con su lanza.

Entonces subió a la princesa a su caballo y regreso con ella y el dragón a la ciudad. Cuando el pueblo se reunió para ver lo que había ocurrido, Jorge saco su espada y corto la cabeza del dragón.

La gente de Silena se regocijo y cuando Jorge apelo a ellos para convertirles al cristianismo, se bautizaron inmediatamente.

El rey Arturo de la Gran Bretaña estableció la orden de los caballeros de la mesa redonda y eligió a San Jorge como su santo patrón. Las virtudes de honor, valor, y caballerosidad que simboliza San Jorge fueron las bases para su código del cual se tomaron los artículos de la ley scout.

Baden Powell eligió a San Jorge como patrono de los scouts de todo el mundo y dijo:
"San Jorge fue el prototipo de lo que debiera ser un scout".

Esto quiere decir, que cuando se enfrente ante una dificultad o peligro, por grande que parezca, incluso en forma de dragón, no le evitara ni temiera, sino que ira hacia el con toda energía y lo colocara sobre su caballo. Aunque inadecuadamente armado, provisto solamente de una lanza cargo contra el dragón, hizo lo que de el dependía y tuvo éxito al vencer una dificultad que nadie se atrevía a atacar.

Esa es exactamente la manera en que un scout debe enfrentarse a una dificultad o peligro, por grande o temible que parezca o por mal equipado que pueda encontrarse.

Felíz día de San Jorge!

Panda Sociable



miércoles, 15 de abril de 2009

Un poco de Foucault no viene mal...

Esta publicación está centrada básicamente en un tema esbozado en el blog “Los desafíos del escultismo en el siglo 21”, en la última entrada que se titula “¿Recompensa - castigo en los scouts?”, por Búho Terco.
Bien, ¿por donde empezar? Antes que cualquier cosa, aclaro que hablar de Foucault para mí, es hablar de palabras mayores.
Sin ir más lejos, ni tanto preámbulo, ayer estuve releyendo algunos conceptos planteados por él sobre justamente el poder, el cuerpo, la vigilancia y el castigo. Y que cosa encontramos en todo ello, por supuesto que nuestro entorno más cercano, el grupo scout. Cada comienzo de actividad, cada reunión de padres, cada vez que ingresa un chico nuevo al grupo no dejo de preguntarme “¿cómo nos verán esos familiares y qué pensaran de nosotros?”. Puede parecer una pavada absoluta, pero estamos inmersos en un mundo donde a los chicos los llamamos con nombres de personajes ficticios, donde cada vez que se saludan dicen “siempre listo”, donde con sólo levantar dos o tres dedos de la mano logramos que hagan silencio en un segundo. Qué diferente es lo que cotidianamente se ve en las calles, plazas, patios de colegios. Hay muchas y variadas diferencias que hacen que esto que nosotros llamamos “hermandad” lo sea de verdad. Pero no podemos negar que tratamos con personas, individuos contextuados. Sería sencillo pensar que son números u objetos manipulables a nuestro gusto. Y eso es lo que creo sucede en muchas organizaciones –deportivas, educativas, recreativas, etc.- Intentamos marcar cierta oposición al hacer de esto un juego, voluntario e informal. Pero no podemos olvidar que no deja de ser educación y para ello es sumamente necesario que haya “educadores”. Así como para ser docentes se necesita un nivel de conocimiento y formación, así como para un médico obtener su matrícula habilitante debe pasar 6 años en una universidad, así como un periodista necesita del consenso de sus colegas para ejercer su función, los dirigentes educadores scout, también requieren su formación. No se puede permitir que cualquier persona que tenga ganas esté a cargo de niños. Para ello existen módulos que enseñan, que dan las herramientas para que uno lo lleve la teoría a la práctica.
Volviendo a la parte teórica, llámese el aspecto foucaulteano, sabemos que es preciso ejercer cierto poder sobre las personas, en particular sobre los beneficiarios. Pero, como dije anteriormente, para ello se dan las herramientas para llevarlo a cabo de una forma adecuada. Seguramente haya disyuntivas sobre las formas de ejercer ese poder, y ahí es donde se entra en conflicto cuando planteamos si está bien o no dejar a un chico a la intemperie en una noche de campamento porque se llevó un dulce de leche de la cocina para comer con sus compañeros. Debemos buscar las maneras de transmitir ese conocimiento práctico sin castigos físicos. Siempre consideré lo mismo, no hay mayor aprendizaje que el que se logra luego de equivocarse. Pero para ello se necesita de un guía que muestre el camino correcto y la mejor manera posible, consiguiendo que el niño comprenda y relacione su error con lo que debe aprender.
Cada uno sabrá hasta donde llegar y de que manera utilizar ese poder que le es concedido por su rol de educador.

Se abre un debate muy extenso con el tema de la seguridad en las actividades. Será un tema a tratar más adelante, por cuestiones de tiempo no puedo hacerlo ahora. Pero es interesante cómo desde lo básico de la enseñanza se pueden evitar miles de consecuencias e infortunios. Una vez me enseñaron que los accidentes no existen, lo que existe es la negligencia y la falta de prevención. Lo único que a mi pensar se puede llamar “accidente” es algo evitable, y como tal, sólo la naturaleza y obra de Dios es inevitable. Y me arriesgaría a pensar que hasta a la naturaleza pondría a prueba si pudiera.
Hasta aquí llego con mi nota, gracias a mi nuevo compañero Búho Terco, que inspira con sus conocimientos, publicaciones y respuestas a una Panda Sociable a exponer sus pensamientos y locuras.
Panda Sociable

martes, 7 de abril de 2009

Donde habite el olvido

Donde habite el olvido,
En los vastos jardines sin aurora;
Donde yo sólo sea
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.

Donde mi nombre deje
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
Donde el deseo no exista.

En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
No esconda como acero
En mi pecho su ala,
Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.

Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya,
Sometiendo a otra vida su vida,
Sin más horizonte que otros ojos frente a frente.

Donde penas y dichas no sean más que nombres,
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
Disuelto en niebla, ausencia,
Ausencia leve como carne de niño.

Allá, allá lejos;
Donde habite el olvido.

Luis Cernuda

viernes, 3 de abril de 2009

Preguntas

Ya que navegas por mi sangre
y conoces mis límites,
y me despiertas en la mitad del día
para acostarme en tu recuerdo
y eres furia de mi paciencia para mí,
dime qué diablos hago,
por qué te necesito,
quien eres, muda, sola, recorriéndome,
razón de mi pasión,
por qué quiero llenarte solamente de mí,
y abarcarte, acabarte,
mezclarme en tus cabellos
y eres única patria
contra las bestias del olvido.

Juan Gelman